Carolina Arruda, de 27 años, diagnosticada de neuralgia del trigémino, conocida como «el peor dolor del mundo», anunció en las redes sociales que también le habían diagnosticado espondiloartritis axial. La joven, que vive en Bambuí, en el centro-oeste de Minas Gerais (Brasil), lleva años buscando respuestas a su dolor.

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“Por fin nos han diagnosticado espondiloartritis axial. Este dolor es la respuesta a todos los dolores corporales y articulares que siento, además de limitar mis movimientos. Llevaba años buscando una respuesta a este diagnóstico porque había ido perdiendo movimiento con los años. Ahora por fin puedo empezar el tratamiento con inmunobiológicos”, dijo Carolina.

La espondiloartritis axial (EA) o espondilitis anquilosante (EA) afecta al esqueleto axial, que incluye la cabeza, la caja torácica y la columna vertebral. Esta enfermedad crónica e incurable está asociada a factores genéticos, inmunológicos y ambientales. Con el nuevo diagnóstico, Carolina empezará a utilizar inmunobiológicos, medicamentos indicados para enfermedades autoinmunes.

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“Según mi reumatólogo, me ayudará mucho con el dolor en las articulaciones, el dolor en el cuerpo, la fatiga que siento en todo el cuerpo, pero no recuperaré el movimiento que ya he perdido”, explicó. Carolina utiliza una silla de ruedas debido a la degeneración e inflamación de la articulación de la cadera, así como a la fatiga muscular generalizada.

Días antes de su diagnóstico, Carolina se desahogó en las redes sociales sobre la posibilidad de replantearse la eutanasia, un procedimiento legalizado en Suiza. “Hasta entonces había dejado la idea en stand by, hasta agotar todas las posibilidades de tratamiento que podía hacer para ayudarme a vivir sin dolor. Pero incluso después de seis cirugías, innumerables tratamientos, alternativas, medicinas y varias otras terapias que he probado, el dolor continúa y vuelve cada vez más fuerte”, dijo.

A pesar del nuevo tratamiento, Carolina afirma que seguirá sufriendo ataques de neuralgia del trigémino. “El tratamiento inmunobiológico ayudará con el dolor en el cuerpo, las articulaciones. Pero no con la neuralgia del trigémino. El tratamiento es diferente, no hay cura. Con el tratamiento inmunobiológico, espero que al menos pueda caminar de aquí a la cocina, al baño, sin cansarme tanto, porque sólo este corto paseo es suficiente”, concluyó.