Los investigadores afirman que toda la humanidad desciende de un solo hombre y una sola mujer, denominados «Adán del cromosoma Y» y «Eva mitocondrial». Aunque la Biblia narra que Adán y Eva fueron los primeros seres humanos creados por Dios y vivieron en el Jardín del Edén, los estudios genéticos indican que estos antepasados comunes existieron realmente, pero en épocas diferentes, y vivieron en África hace unos 200.000 años.

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En 1987, un estudio analizó el ADN mitocondrial de 147 personas y reveló que todos los humanos modernos pueden remontar su linaje materno hasta una única mujer, llamada Eva mitocondrial, que vivió hace aproximadamente 200.000 años. Investigaciones posteriores demostraron que el cromosoma Y de todos los hombres vivos en la actualidad procede de un único antepasado masculino, conocido como Adán del cromosoma Y, que habría existido hace entre 180.000 y 200.000 años.

A pesar de la proximidad en el tiempo, el periódico británico Daily Mail señala que estos dos antepasados no eran necesariamente pareja, ya que podrían haber vivido separados por cientos o incluso miles de años. Sin embargo, hay científicos que sostienen que la humanidad pudo descender de una única pareja. “Todos los humanos vivos descienden de cada uno de estos antepasados universales. Dos de ellos podrían ser una pareja concreta, llamada Adán y Eva en las Escrituras, de la que descendemos todos”, explicó el biólogo Joshua Swamidass, de la Universidad de Washington.

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Los hallazgos genéticos también refuerzan la hipótesis de que la diversidad genética humana es menor de lo esperado, lo que sugiere un cuello de botella poblacional en el pasado, cuando la humanidad pudo quedar reducida a un pequeño grupo antes de volver a expandirse. Además, los científicos señalan que los elementos químicos que componen el cuerpo humano -como el oxígeno, el carbono y el hidrógeno- son los mismos que se encuentran en la corteza terrestre, lo que, según ellos, concuerda con el relato de la creación del libro del Génesis.