La intrigante historia de Natalia Grace ha vuelto a saltar a la palestra con el lanzamiento de la serie Good American Family, estrenada en Disney+ y que ha generado un intenso debate sobre su verdadera identidad. Basada en un caso real que conmocionó a Estados Unidos, la producción sigue la historia de una niña ucraniana con enanismo que fue adoptada por una pareja estadounidense que, poco después, la acusó de fingir ser una niña.
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La trama, que parecía sacada directamente de una película de suspenso, tomó nuevos giros tras la proyección del documental El curioso caso de Natalia Grace, estrenado en 2023. En él, Natalia se enfrenta públicamente a Michael Barnett, su padre adoptivo, y presenta una prueba genética sin precedentes que pone en duda las acusaciones vertidas contra ella durante más de una década.
La prueba de ADN, realizada en agosto de 2023 y que no se hizo pública hasta el año siguiente, fue realizada por un laboratorio especializado y concluyó que Natalia tiene hoy unos 22 años. El análisis confirma que, en realidad, tenía unos 9 años cuando fue adoptada en 2010, lo que contradice la versión del matrimonio Barnett, que aseguraba que la joven era una adulta de más de 20 años disfrazada.
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La polémica comenzó cuando los padres adoptivos aseguraron que el comportamiento de Natalia era incompatible con su edad declarada. Incluso la acusaron de amenazar a otros niños, intentar envenenar a su madre adoptiva y mostrar rasgos violentos de personalidad. Basándose en estas sospechas, en 2012 un tribunal de Indiana autorizó la reclasificación legal de la edad de Natalia de 8 a 22 años, obligándola a vivir sola en un piso, algo que generó una fuerte conmoción pública y dio lugar a demandas por negligencia contra los Barnett.
Sin embargo, el caso dio un giro diferente en los años siguientes. Michael fue absuelto y se retiraron los cargos contra Kristine. Aun así, la duda sobre la edad real de Natalia persistió hasta que se presentó el informe genético.
En la serie documental, reacciona emocionada a la revelación de la prueba: “Esto destruye toda la narrativa que crearon sobre mí. Han sido años de oír mentiras, de que me llamaran monstruo. Pero ahora se demuestra que sólo era una niña”. Según ella, la prueba es la prueba definitiva de que fue víctima de negligencia y manipulación. “Sabían la verdad y decidieron ignorarla”, afirmó.
El caso de Natalia Grace sigue siendo uno de los más controvertidos y confusos relacionados con la adopción internacional, la salud mental y el impacto de la desinformación, y continúa generando debates sobre los límites de la responsabilidad parental y la justicia ante historias tan complejas.