Las lluvias continuarán afectando a Barcelona y el resto de Cataluña durante los próximos días, según indican los pronósticos oficiales. La persistencia de borrascas atlánticas sobre la Península Ibérica está generando un periodo de inestabilidad meteorológica que se prolongará hasta el martes 25 de marzo.

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Situación meteorológica actual

La borrasca Laurence, que afectó a la región a principios de semana con importantes precipitaciones, ha dado paso a una nueva perturbación denominada Martinho. Este sistema ha incrementado significativamente la nubosidad y está provocando lluvias generalizadas en todo el territorio catalán.

A pesar de la llegada oficial de la primavera este jueves, las condiciones meteorológicas mantienen características propias del invierno, con cielos cubiertos y precipitaciones persistentes.

Previsión para el fin de semana

Según el Servei Meteorològic de Catalunya (Meteocat), durante el sábado las precipitaciones se concentrarán principalmente en las zonas occidentales y septentrionales de Catalunya. Para el domingo, se anticipa una expansión de las lluvias, que afectarán de manera generalizada a todo el territorio.

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Los expertos señalan que las zonas más afectadas serán el norte, el oeste y determinadas áreas del interior, donde las precipitaciones podrían alcanzar mayor intensidad. En el litoral, aunque se mantendrá la nubosidad, las lluvias se presentarán de forma más dispersa y moderada.

Perspectivas para la próxima semana

De acuerdo con las previsiones de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), la inestabilidad y las precipitaciones se mantendrán sobre Catalunya hasta el martes 25 de marzo. Las lluvias, aunque moderadas, se caracterizarán por su persistencia, especialmente en las zonas noroccidentales e interiores.

Respecto a las temperaturas, tanto el Meteocat como la Aemet pronostican un descenso moderado a partir del sábado, tendencia que se mantendrá hasta mediados de la próxima semana. Posteriormente, se espera una recuperación de los valores térmicos, coincidiendo con una probable mejora de las condiciones meteorológicas generales.

Esta prolongación de la inestabilidad meteorológica responde al comportamiento típico de la primavera temprana, caracterizada por la alternancia de periodos lluviosos y soleados hasta la consolidación definitiva de la estación.